Lo había dejado todo atrás: su familia, su ciudad, sus mejores amigas.
Todo.
Y allí estaba ella, frente a su nueva casa. Sola.
La llave entró muy suave, y con un pequeño giro se abrió la puerta.
Su nueva casa estaba a oscuras.
Quizás lo mejor era buscar un interruptor, o quizás lo mejor era no hacer nada.
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