Empieza el año, y con él quiero que nazca una nueva tradición mensual:
Acaba esta historia del Calendario.
En el mes de enero he preparado un calendario lleno de mujeres que se lanzan a nuevos destinos, como quien se lanza a una piscina llena de agua. Y es, en realidad, una forma de desearte todo lo mejor este dosmilveinticuatro. Así, todo-junto-y-sin respirar, porque, no sé a ti, pero a mí se me hace muy ilusionante estar aquí habiendo nacido en los milnovecientos.
En fin, vamos a lo que te interesa: Te toca acabar esta historia.
Ante de llegar a la historia empecemos por las normas:
No hay límite de palabras, ni ningún tipo de condición. No necesitas escribir ni bien ni mal ni regular. Sólo escribe. Escribe lo que quieras ¡Te leemos!
Verás que al final del calendario hay un banco azul sobre el que reposa un libro rojo, pues ahí está el inicio de tu relato, y empieza justo así:
'' Era el primer día del año, y el parque estaba completamente vacío, a excepción de alguna persona en pijama sacando al perro. Ya nunca hacía demasiado frío, así que se fue a su banco favorito esperando encontrar algo de sol. Lo vio de lejos. Era rojo brillante anaranjado. Un gran libro rojo...''
Y ahora, acaba esta historia en los comentarios.
4 comentarios
“El libro de las cosas que están por venir y se están gestando”. Ése era el LIBRO ROJO que estaba en el banco. Apto para iniciados. Abrió el libro al azar y leyó: "había una vez, una chica que sentó en un banco y abrió el libro de las cosas-por-venir… a ella le correspondía ir gestándolas. El libro y la chica iban a ser socios del futuro… un viento se levantó de pronto y todo empezó….
alguien lo olvido ,mire para todos lados para ver si regresaba pero no ..espere paciente mientras los rayos se sol me alimentaban cos su energía .Antes de partir lo tome entre mis manos era un rojo pasonion,su tapa era perfecta para sentirlo entre mis manos ,tenia una cinta roja como señalador .La intriga me estaba pasando factura. Quería abrirlo quizás tenia la dirección o su numero de teléfono .Nunca lo sabre, decidí seguir mi camino pronto se daría cuenta de que lo extravió y volvería a recogerlo
que pareciera estar esperándome paciente, como si supiera que vendría hoy, justo hoy, después de haber pasado tanto tiempo de la ultima vez que me senté en este banco azul y donde nos miramos por , quizás, una ultima vez.
Escrito completamente a mano. Abrió lentamente el libro por una página al azar y leyó: La memoria es débil, a menudo olvido cosas. Quizás, alguna vez, olvide mi vida entera sobre un banco.