Acaba esta historia #1

Acaba esta historia #1

Una de las cosas que más echo de menos de mi cuenta de Instagram (me la quitaron hace ya un par de años), son los posts de ''acaba esta historia''. 

Eran pequeños retos donde yo empezaba a escribir, y vosotras acababais la historia. Después yo ilustraba el -o los- relatos que más me motivaban a hacerlo. 

Pero como me pueden quitar la cuenta, pero no la creatividad, he decidido que esta temporada voy a lanzaros varios de estos retos. Eso sí, esta vez en mi casa, no sea Musk, Zuckerberg o cualquiera de esos millonetis, decidan borrar vuestras historias.

Abajo podrás acabar esta historia de hoy.

La Lavandera

Había algo hipnótico en lavar la ropa.
A pesar de ser un trabajo extenuante y dejarte las manos agrietadas, aquel movimiento mecánico le permitía irse a un lugar silencioso donde nada importaba.
Ni su enfermedad, ni el dinero, ni que sus dos hijas estaban a punto de...
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8 comentarios

… coger aquel tren que las llevaría a Madrid. No sabían si para mejor, o para peor. Lo que sí sabian Candela y Rocío con certeza era, no iban a seguir los pasos de su madre, de su abuela y de su bisabuela. Dejarse las manos y la salud, a orillas del Río Verde, la pequeña población de Dólar. Las dos albergaban sueños. Candela quería ser matrona, y Rocío, artista de teatro. Ambas, llevaban muy en secreto, aquellos anhelos, pues se escapaban del rol que les había etiquetado el géreno, o sea, ser mujer. Su madre Lola, no había salido nunca del pueblo, y si su padre, Rafael, se enteraba, nadie las podría librar de una buena paliza. El jabón, el agua del río y poner la ropa a solear, eran los ingredientes que les correspondían por herencia secular, el duro y mal pagado trabajo de lavandera, pasaba de madres a hijas, como el color de la piel o de los ojos.

Lo tenían todo previsto y preparado para su viaje a la capital y ni los rumores de una contienda armada, les iban a parar los pies. Saldrían sin hacer ruído, aquella misma noche, amparadas por la oscuridad y el silencio. Habían acordado, con Paco, el hijo mayor del carnicero de Guadix, por un real y medio, dos bicicletas de hombre. El trayecto hasta Granada era largo y penoso, y solo podrían viajar de noche. Durante el día, alguien en el camino las podía reconocer, e ir con el cuento a su padre. Debían tener mucho cuidado hasta llegar a Granada. Una vez allí, si alguien les preguntaba, dónde iban dos jóvenes solas, ya buscarían alguna excusa. Juntas eran capaces de todo, hasta de convencer a la Guardia Civil, si llegaba el caso.

Sabían el disgusto que le causarían a su madre Lola, cuando no las encontrara en la casa. Y la furia desatada de su padre, Rafael, que no pararía hasta dar con ellas. Se sentían fuertes, libres y con unas ganas inmensas de conseguir sus proyectos. Ni por un momento pensaron que aquel verano del 36 sería elmás largo que les tocaría vivir.

Carme Drago

….irse de casa a una ciudad lejana. Se quedaría sola, ese día que tanto había temido desde que fue madre por fin estaba cerca. Y sentía que sólo le quedaba su trabajo. Ese en el que tanto esmero ponía y que sólo ella era capaz de amar tanto, casi de idolatrarlo. Escoger el jabón, frotar las manchas, restregar los nudillos hasta que se le pelaba la piel, los movimientos envolventes de la ropa, las veces justas que aclaraba, enjabonaba y volvía a aclarar. El blanco de la ropa resplandeciendo con el sol. No era una casualidad que todo el pueblo le pidiera ayuda con sus coladas y ella, orgullosa, aceptaba todos los trabajos que le llegaban. Hasta ese día.

Cuando esa mujer cruzó la puerta del lavadero sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo. Llevaba sin verla unos 20 años y era como verse reflejada en el espejo al mismo tiempo que tenía delante a una completa desconocida. Y se había jurado no volver a hablar con ella. Le empezó a hablar con una familiaridad que le heló la sangre. Qué su hijo iba a casarse, que necesitaba lavar los manteles, las sábanas, toda la ropa de la casa, qué esperaba que supiera olvidar el pasado …En ese momento salió de su bloqueo y la miró fijamente: ¿olvidar el pasado?¿Olvidar a la responsable de la muerte de su madre? Jamás. La dirigió con firmeza fuera de la estancia sin pronunciar ni una sola palabra, cerró la puerta y respiró profundamente.
Lo único que lamentó fue no poder lavar todas aquellas prendas, pues estaba segura de que le hubieran quedado impecables.

Estela

… a punto de tirarse por la ventana. Lavar la ropa se ha convertido en una especie de agujero en donde ella se sumerge para conectar con un mundo de fantasía en donde la maternidad, el quehacer diario, la sobre exigencia y el perfeccionismo no pueden ingresar. Es aquí, en el contacto con el agua, la tela y el jabón en donde su creatividad vuelve a la vida y ella vuelve a si misma.

Leslye

ni que sus dos hijas estaban a punto de ver el mundo como realmernte es, fuera de la protección de sus seres amado. Ellas son muy partidarias de descubrir cosas nuevas y cometer sus propios errores.
su madre siempre le decía que lo único que podía darles era amor y un lugar en su corazón.

Respuesta publicada originalmente en Medium

Robert

…independizarse y volar a sus nuevos hogares. Es hora de poder hacer lo que siempre he deseado hacer. Ir algún lugar, mar o montaña, las dos me gustan y relajan. Mirar al cielo buscando mis estrellas queridas, disfrutar de esa soledad deseada y volver con el alma llena mi.

Virtu

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